EL BAUTISMO EN EL ESPIRITU SANTO
PYo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
Mateo 3:1 |
INTRODUCCIÓN
La Biblia enseña en Efesios 4:5 que hay un solo bautismo, y en Hebreos 6:2 habla de “la doctrina de los bautismos”. Esto nos deja entender que hay un solo bautismo con diferentes facetas en las que el cristiano debe ser sumergido para ser regenerado y limpio, hasta que en él se forme la imagen de Cristo (Ro. 8:29; 2 Co. 3:18).
La palabra “bautismo” se traduce del griego “baptizo”, que significa: Sumergir repetidas veces, ser inmerso, purificar por inmersión o sumergirse, ser hecho limpio con agua y sumergirse uno mismo (Strong 907). También se deriva de “bapto” que significa: Teñir, mojar o empapar (Strong 911), era usada del teñido de vestidos, de sacar agua introduciendo una vasija en otra más grande. Los significados de estas palabras enseñan que bautismo es ser sumergidos dentro de algo, ser empapados en algo y ser teñidos del color de Cristo. Veamos la faceta conocida como Bautismo en el Espíritu Santo
DESARROLLO
El bautismo en el Espíritu Santo es la inmersión dentro del Espíritu Santo, haciéndose evidente al hablar en otras lenguas. Es importante saber algunos aspectos acerca de este bautismo:
1. Algunas veces el bautismo en el Espíritu Santo se produce luego de haber sido bautizado en agua (Hch.
2:38),
2. También puede darse conjuntamente o antes del bautismo en agua (Hch. 10:47-48),
3. Es el Señor Jesús quién lo da (Mt. 3:11).
4. Para recibirlo debemos pedírselo a Jesucristo con todo nuestro corazón y anhelarlo con todas las fuerzas de nuestra alma.
5. Al obtener este bautismo recibimos lo siguiente:
I. Llenura, Hch. 2:4 El Espíritu Santo nos llena, y por ello la Biblia nos enseña que debemos mantener o permanecer llenos de Él (Ef. 5:18), para no satisfacer los deseos de la carne (Gá. 5:16)
II. Guianza del Espíritu Santo, Jn. 16:13 Guianza se traduce del griego “jodegeo” que significa: Ir adelante en el camino y guiar. Literalmente: Guiar a los ciegos (Strong 3594). En esta faceta el Espíritu Santo guía y dirige en la vida diaria hacia toda verdad al creyente, porque Él no habla por su propia cuenta, sino por la de Dios (Hch. 13:2)
III. Dones del Espíritu Santo, 1 Co. 12:4; Hch. 10:45; He. 2:4; 1 Co. 12:4,7-11; Ro. 12:4-6
IV. Enseña, Jn. 14:26 La palabra “enseñanza” se traduce de “didasko” que quiere decir: Dar instrucción (Strong 1321). El Espíritu Santo es un maestro en nosotros, dándonos instrucciones, revelación (Lc. 12:12)
CONCLUSIÓN
Únicamente por medio del bautismo en arrepentimiento entramos al reino de Dios, son perdonados y borrados los pecados que nos acusaban. Cuando somos bautizados en agua, mostramos obediencia y amor al Señor, porque estamos cumpliendo una de las ordenanzas que dejó y empezamos a ser libertados de la esclavitud del pecado; adicionalmente, debemos buscar insistentemente el bautismo por el Espíritu Santo y buscar constantemente su llenura, la cual nos capacitará para ejercitar los dones para la edificación del cuerpo de Cristo, disfrutando de su guianza y enseñanza. La llenura del Espíritu Santo nos prepara para el bautismo en fuego, es decir, cuando vengan las pruebas duras y difíciles.
La Biblia enseña en Efesios 4:5 que hay un solo bautismo, y en Hebreos 6:2 habla de “la doctrina de los bautismos”. Esto nos deja entender que hay un solo bautismo con diferentes facetas en las que el cristiano debe ser sumergido para ser regenerado y limpio, hasta que en él se forme la imagen de Cristo (Ro. 8:29; 2 Co. 3:18).
La palabra “bautismo” se traduce del griego “baptizo”, que significa: Sumergir repetidas veces, ser inmerso, purificar por inmersión o sumergirse, ser hecho limpio con agua y sumergirse uno mismo (Strong 907). También se deriva de “bapto” que significa: Teñir, mojar o empapar (Strong 911), era usada del teñido de vestidos, de sacar agua introduciendo una vasija en otra más grande. Los significados de estas palabras enseñan que bautismo es ser sumergidos dentro de algo, ser empapados en algo y ser teñidos del color de Cristo. Veamos la faceta conocida como Bautismo en el Espíritu Santo
DESARROLLO
El bautismo en el Espíritu Santo es la inmersión dentro del Espíritu Santo, haciéndose evidente al hablar en otras lenguas. Es importante saber algunos aspectos acerca de este bautismo:
1. Algunas veces el bautismo en el Espíritu Santo se produce luego de haber sido bautizado en agua (Hch.
2:38),
2. También puede darse conjuntamente o antes del bautismo en agua (Hch. 10:47-48),
3. Es el Señor Jesús quién lo da (Mt. 3:11).
4. Para recibirlo debemos pedírselo a Jesucristo con todo nuestro corazón y anhelarlo con todas las fuerzas de nuestra alma.
5. Al obtener este bautismo recibimos lo siguiente:
I. Llenura, Hch. 2:4 El Espíritu Santo nos llena, y por ello la Biblia nos enseña que debemos mantener o permanecer llenos de Él (Ef. 5:18), para no satisfacer los deseos de la carne (Gá. 5:16)
II. Guianza del Espíritu Santo, Jn. 16:13 Guianza se traduce del griego “jodegeo” que significa: Ir adelante en el camino y guiar. Literalmente: Guiar a los ciegos (Strong 3594). En esta faceta el Espíritu Santo guía y dirige en la vida diaria hacia toda verdad al creyente, porque Él no habla por su propia cuenta, sino por la de Dios (Hch. 13:2)
III. Dones del Espíritu Santo, 1 Co. 12:4; Hch. 10:45; He. 2:4; 1 Co. 12:4,7-11; Ro. 12:4-6
IV. Enseña, Jn. 14:26 La palabra “enseñanza” se traduce de “didasko” que quiere decir: Dar instrucción (Strong 1321). El Espíritu Santo es un maestro en nosotros, dándonos instrucciones, revelación (Lc. 12:12)
CONCLUSIÓN
Únicamente por medio del bautismo en arrepentimiento entramos al reino de Dios, son perdonados y borrados los pecados que nos acusaban. Cuando somos bautizados en agua, mostramos obediencia y amor al Señor, porque estamos cumpliendo una de las ordenanzas que dejó y empezamos a ser libertados de la esclavitud del pecado; adicionalmente, debemos buscar insistentemente el bautismo por el Espíritu Santo y buscar constantemente su llenura, la cual nos capacitará para ejercitar los dones para la edificación del cuerpo de Cristo, disfrutando de su guianza y enseñanza. La llenura del Espíritu Santo nos prepara para el bautismo en fuego, es decir, cuando vengan las pruebas duras y difíciles.
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