Juan 15:26 Pero cuando venga el Consolador, a quien Yo os enviaré del Padre, el Espíritu de realidad, el cual procede del Padre, Él dará testimonio acerca de Mí. Juan 16:13 Pero cuando venga el Espíritu de realidad, Él os guiará a toda realidad; porque no hablará por Su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oye, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Todo lo que el Señor es, es hecho real por el Espíritu. Si sólo tenemos las enseñanzas, las doctrinas y la letra escrita acerca del Señor pero carecemos del Espíritu, no tenemos la verdadera realidad. Las enseñanzas doctrinales acerca del Señor no son la realidad. La realidad del Señor es el Espíritu Santo, y el Espíritu Santo es la verdad. Por ejemplo, sabemos que el Señor es vida; pero si no tenemos al Espíritu Santo, nunca tendremos la vida. Ya que el Espíritu Santo es la realidad de Cristo, podemos tener Su realidad al tener al Espíritu Santo; entonces tenemos la vida. Además, sabemos que el Señor es la luz. Tener al Espíritu Santo es tener luz. Si no tenemos al Espíritu Santo, no tenemos luz. El Señor también es el camino. Si tenemos al Espíritu Santo, tenemos el camino, y sabremos cómo debemos actuar. Sin embargo, si no tenemos al Espíritu Santo, sino simples enseñanzas doctrinales, no tenemos el camino verdadero. La realidad de Cristo es el Espíritu Santo, y el Espíritu Santo es el Espíritu de realidad. La venida del Espíritu de realidad significa la venida de la realidad de Cristo. Todo lo que el Hijo es y ha logrado, obtenido y alcanzado será forjado totalmente en nosotros por medio del Espíritu. |
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Noviembre 2020
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